Sara Andrés, atleta paralímpica: "Con la adversidad delante, te das ...

En 2011 sufrió un accidente que le provocó la amputación de los dos pies. Apenas unos años más tarde, fue diagnosticada de cáncer de tiroides y un año después, de cáncer de piel. Pese a ello, Sara Andrés se encuentra ahora mismo en París en la que es su tercera cita en unos Juegos Paralímpicos, después de quedar quinta en 400 metros lisos en Río de Janeiro 2016 y séptima en 100 metros lisos en Tokio 2020. 

Su historia refleja superación, deportividad y pasión por la vida se mire por donde se mire. Pese a la apretada agenda de estos días, donde entre entrenos y competición hay poco tiempo libre, Sara Andrés se ha prestado a hablar con ElPlural.com desde la villa olímpica para acercar su historia y la trayectoria que la ha llevado hasta aquí. 

Por qué no soñar con unos Juegos

Tras sufrir el accidente, la atleta madrileña cuenta que tuvo que superar una época de adaptación, “de volver a ser persona, de reubicarme en la vida y saber qué iba a ser de mí. Aprendí mucho sobre prótesis”. Como siempre ha sido amante del deporte, encontró unas prótesis especiales para correr y, con ayuda de un compañero, también atleta paralímpico, inició su andadura en el mundo de la competición. Comenta que al principio no tenía intención de llegar a ser lo que hoy es: “No tenía idea de ser atleta, solo correr para poder hacer cualquier deporte, pero me gustó tanto que me quedé con el atletismo. Entonces fue cuando empecé a competir y me planteé que por qué no ir a por lo grande y soñar con unos Juegos”. 

La conversación ha sido telefónica y al preguntarle por la sensación que sintió cuando volvió a correr no hemos visto su cara, pero en su voz se notaba la felicidad y la emoción al llevar la mente a ese momento: “Libertad, muchísima libertad y ligereza. Sentir otra vez el aire en la cara y sentirme autónoma. Estuve llorando y a la par sonriendo porque era como increíble volver a sentir esa sensación”. Y es que hasta llegar ahí, el camino no fue para nada sencillo: “Estuve nueve meses en silla de ruedas, luego tuve que aprender a usar las prótesis, me dolía mucho, me molestaba, pero la sensación de felicidad fue tan grande que no importaba el dolor”. 

Están fuertes mis contrincantes pero yo también

Con todo ello, Andrés llega a París con la mente muy puesta en el objetivo: ir a por el oro. Lo hace además después de conseguir dos medallas recientes, un bronce en mayo en el mundial de Kobe y una plata en el mundial de París de 2023, ambas en 100 metros lisos. Hoy es el día en el que la madrileña demostrará el duro trabajo de estos meses sobre la pista en salto de longitud a las 11:00 horas, y el jueves y viernes próximo en 100 metros lisos. 

Preguntada por las opciones de medalla en esta nueva cita olímpica, lo tiene muy claro. “Ahora mismo soy cuarta en el ranking”. Y pese a reconocer que el nivel de exigencia está alto, se muestra muy segura de sí misma: “Están fuertes mis contrincantes, pero yo también. Depende un poco de muchos factores, que haya un poco de suerte, que el tiempo nos acompañe, que estés fuerte en ese momento, pero hay opciones”. Y aunque asegura que va a luchar por el oro, reconoce que, pase lo que pase, el orgullo va a ser el mismo. “Tengo posibilidad y es lo que quiero, conseguir la medalla. Si lo consigo, genial, y si no, también, porque el trabajo está hecho. Con lo que he mejorado, con bajar mi marca, estar allí y pelearlo, con eso yo ya estoy orgullosa”.

Los éxitos de Andrés fuera de la pista

Aunque como atleta se ha colgado ya numerosas medallas y una colección de diplomas olímpicos, Sara Andrés también ha cosechado éxitos en lo personal. Y lo ha hecho cada vez que ha decidido no tirar la toalla, pese a las dificultades que le han ido apareciendo de manera recurrente en el camino. “Cuando piensas que eres incapaz de superar adversidades, justo cuando las tienes delante te das cuenta de que tienes mucha más fuerza. El cuerpo es sabio y la mente también se refuerza en momentos difíciles”. 

Señala además que esta fortaleza innata que “todos tenemos dentro” se suma también a su pasión por vivir la vida: “A mí me gusta disfrutar de la vida y no va a haber nada en mi vida que amargue esa ilusión. Entonces cualquier cosa que me ocurra, me afectará y trataré de superarla, pero una vez que tenga el plan no voy a estar regocijándome en el dolor. Voy a estar poniendo todos mis esfuerzos en superarlo y sobre todo en ser feliz, que es lo que importa”.

El 90% del deporte es mental

Además de ir a por el oro, la atleta madrileña también tiene bien claro otro factor. Por las dificultades que ha tenido que atravesar a lo largo de su vida y también por lo que supone ser atleta paralímpica, Andrés ha reivindicado en multitud de ocasiones la importancia de la salud mental. “El 90% del deporte es mental y ese 10%, o 20% como mucho, es físico. Lo importante es tener una buena cabeza, estar estable, sereno, con mentalidad positiva y el resto vendrá solo”.

Y anima así a pedir ayuda siempre que se necesite: “La gente tiene ideas preconcebidas sobre ir al psicólogo o al psiquiatra y simplemente es un médico más que te ayuda. Igual que si te duele el estómago vas al médico, pues si te duele el corazón o el alma también tienes que ir”. 

Valorar la diferencia 

De manera paralela a su faceta como deportista, Sara Andrés también es maestra de Educación Primaria y, según señala, este es un ámbito perfecto para poner en práctica y difundir infinidad de valores, como los que le han acompañado a ella durante estos años. 

Precisamente en esta línea, preguntada por cuáles la definen, señala: “Ser buena persona, ayudar a los demás, ser empática y respetar”. Pero entre todos ellos, Andrés hace una pausa para que el más importante no pase desapercibido: valorar la diferencia. “Es bonito que cada uno seamos diferentes. Los niños cuando son diferentes muchas veces lo pasan mal, reciben acoso, les señalan, pero gracias a esa diferencia, son especiales. Tenemos que aprender a valorar a las personas con diferencias, da igual físicas o mentales”. 

Y por si todo lo comentado no fuera suficiente para invitar a la reflexión, la atleta concluye la entrevista con una lección de vida: “Hay una frase que uso desde que empecé a recuperarme de la amputación y es ‘Prefiero no tener pies y saber a dónde voy, que tenerlos y estar perdida’. Muchas veces tenemos todo en la vida, tenemos salud mental, salud física, familia, pero nos sentimos super vacíos y super perdidos. Para mí es más importante encontrar ese sentido y ese propósito, porque lo demás va a llegar. Eso hace que tengas ilusión y alegría por vivir”.