Humberto Zurita revela que Stephanie Salas y Christian Bach eran amigas
“Yo tengo mucho tiempo de conocer a Stephanie, tengo años de que la conozco, porque ella hizo conmigo El Protagonista, y fueron… no te puedo decir cuántos, 20 y tantos años, era una niña, nunca la vi yo más que como una niña, luego se hizo muy amiga de Christian, y la llamó en varios trabajos nuestros, El candidato, La calle de las novias, explicó.
Al hablar de la relación que Salas mantuvo con su fallecida esposa, el actor detalló: “Siempre tuvimos una amistad, ella iba con Mich, con su hija, iba mucho a nuestras fiestas de cumpleaños de Sebastián, de los hijos, a las piñatas, y yo no sabía que, ahora me cuenta, que Christian iba mucho a las fiestas de ella, entonces, ellas tienen una gran amistad, y yo siempre la he querido mucho y ahora la quiero más”.
Sobre cómo evolucionó el cariño de amigos al de pareja, Humberto dijo: “Esas cosas se dan, es algo interesante tu pregunta porque no sabe exactamente uno cómo es que pasa”.
Comentó que él tiene muchas amigas con las que sale a comer o a cenar, “y bueno, lo que me pasó a mí con ella es que empezamos a platicar curiosamente de esa vida pasada nuestra, y me empezó a hablar de esos trabajos, de cómo me veía ella a mí en Butterfly, y luego hablamos de Mich, que yo la conocí muy chiquita”.
Asimismo, Zurita recalcó que tuvo mucho que ver la forma en que la artista educó a sus hijas para que se enamorara de ella.
“De pronto, ahí me cayó el veinte que ella tenía otra hija que es Camila, y cuando las conocí de verdad, porque primero cenamos un día juntos, después volvimos a cenar, luego conocí a Camila, fuimos a comer con Camila, y yo un día le dije, es que tu valor como mujer está en tus hijas, o sea, el valor de las madres y de los padres, está en nuestros hijos. Eso me empezó a interesar a mí mucho de ella, además del cariño que le tengo de años”.
Finalmente, ante las preguntas que han surgido ahora que se dio otra oportunidad en el amor a su edad, el intérprete comentó:
“Yo estoy feliz, yo creo que en el amor no existen esas edades, no existe el tiempo, y la vida es como el agua de un río, una vez que pasa no vuelve a pasar, entonces hay que tomarla, tomártela completita, porque la vida es muy corta, y lo único que yo aprendí con la muerte de Christian, me queda muy claro, es que un día nos vamos a morir y no sabemos cómo, y lo que más le aprendí a Christian es que la vida sin amor no tiene sentido”.