Blue Monday, el desafío de gestionar las emociones en el trabajo
Este lunes 20 de enero es el Blue Monday, el día más triste del año y es una fecha emblemática para reflexionar sobre la salud mental, eso incluye el trabajo. Las emociones y el entorno laboral están estrechamente relacionados, son elementos que influyen uno en el otro.
La coincidencia del Blue Monday en enero tal vez no sea casualidad. El inicio de año es complicado en el contexto laboral porque hay que retomar la rutina luego de un mes de festejos, reuniones y hasta un estrés financiero por las deudas adquiridas, explica Rosalinda Ballesteros, directora del Instituto de Ciencias del Bienestar y de la Felicidad de Universidad Tecmilenio.
La sensación de bienestar que genera la conexión entre las personas puede ser una herramienta para que el regreso al trabajo después de las fiestas sea menos complicado, opina.
“Es importante no entrar de lleno al trabajo, sino dar esos minutos de conexión interpersonal, ya que puede ser algo que cambie, un poco, la emocionalidad hacia los días de trabajo”, sugiere la especialista.
De acuerdo con el informe El Estado del Lugar de Trabajo 2024 de Gallup, a mayor desconexión con el espacio de trabajo, más probabilidad de experimentar emociones negativas en el entorno laboral, tales como estrés, enojo, preocupación, tristeza o soledad.
Las emociones en el trabajo no sólo se vinculan con el estado de ánimo de las personas, también influyen en su desempeño, en el ausentismo o en las ganas de permanecer o no en una empresa.
“Las personas en los centros de trabajo al experimentar algunos síntomas depresivos pueden ver afectado su desempeño, por ejemplo, si estamos con un estado de ánimo triste o con enojo, estamos menos atentos, nos vinculamos de una manera diferente con nuestros compañeros, con nuestros clientes, y también se pueden afectar algunas funciones cognitivas, como la atención, concentración, velocidad de respuesta, de tal suerte que la calidad de nuestro trabajo puede disminuir”, afirma Jorge Mérida, socio creativo de la firma ADN Wellbeing.
Otro impacto de las emociones en el trabajo es el ausentismo. El especialista destaca que un trabajador con depresión se ausenta hasta 24 días por año, esto genera más presión en los equipos de trabajo.
“Cuando una persona se ausenta, se tiene que reemplazar por otras personas, o se tienen que detener procesos cuando no se puede sustituir a la persona que hace esas tareas. Entonces el ausentismo pone a los equipos de trabajo sobre una presión mayor de la que normalmente sobre la que ya están sometidos, estas son las formas en las cuales la depresión podría afectar al trabajo”, expone.
A pesar del papel de las emociones en la productividad, aún no es común tener conversaciones del tema en las empresas. Según el informe Impacto del estrés laboral en los colaboradores de OCC, sólo 34% de las personas tiene confianza de hablar sobre su nivel de estrés con su jefe.
Rosalinda Ballesteros afirma que las empresas que tienen cuidado y previenen riesgos, potencian emociones positivas se genera un mayor compromiso de los empleados.
“Es una fuente de energía personal que se renueva. Y eso tiene como efecto secundario que aumenta la productividad. Y entonces la persona hace muy bien su trabajo y se siente muy bien haciéndolo. Se genera un espiral virtuoso que permite a través del desarrollo del potencial de las personas que las empresas logren sus objetivos y sean muy competitivas”, dice.
Más sensibilización y medidas
Para Jorge Mérida, el Blue Monday es una fecha importante para que las empresas generen una mayor sensibilización entre los líderes sobre la relevancia de la salud mental en el trabajo.
“Abordar un tema tan importante que es la salud mental en el trabajo desde los primeros días del año. Celebro la utilización de estos conceptos sociológicos que nos ayudan a promover la salud mental”, señala.
Por su parte, Rosalinda Ballesteros opina que una medida que puede contribuir a la readaptación de las personas después de un periodo de descanso es dar más oportunidades a los trabajadores de tomar decisiones sobre su día a día. “Esta sensación de autonomía es muy importante para las personas”.
A decir de la especialista, la implementación de medidas para el cuidado de la salud mental no sólo se traduce en una mayor productividad, “el poner énfasis en estos temas es algo que también nos va a volver espacios atractivos, espacios magnéticos para que las personas quieran venir a trabajar. Entonces, ya no es solamente como algo bueno, sino que se va a volver una necesidad en todas las organizaciones”.