'DeBí TiRAR MáS FOToS': La postal melancólica de Benito a PR
El Gran Combo de Puerto Rico nos canta desde “NUEVAYoL”, la ciudad que desde hace más de medio siglo recibe a los puertorriqueños expulsados y exiliados; la cuna de la salsa, donde los caribeños integraron su música y cultura para no extrañar tanto su patria; el lugar desde donde los latinos hacen su vida y añoran su tierra.
Bad Bunny nos regaló en Día de Reyes su sexto álbum de estudio “DeBÍ TiRAR MáS FOToS”, un compendio de 17 imágenes sonoras de su “Perla” querida, Puerto Rico.
Benito expone su corazón al público; sufre por dos amores, uno que ya lo olvidó y otro que se resiste a morir. Al ritmo de salsa de un “BAILE INoLVIDABLE”, Benito juega con la analogía de una mujer y la isla de sus recuerdos que poco a poco se difumina. Él aprendió a bailar y querer con el vaivén de las olas; paisajes y momentos que lleva como tatuajes-instantáneas en el alma, que nada ni nadie se las podrá quitar.
El corazón de Benito canta una jíbara de nostalgia y frustración. Hubo una mujer que pasó de “TURiSTA” por su alma: disfrutó lo mejor de él por unos días, para irse sin más. Benito maquinó esta idea mientras miraba en las playas de su isla a los turistas que reían y disfrutaban, mientras su gente aguantaba la pobreza y el desplazo. A esos visitantes no les importa lo que sucede aquí y, muchas veces, sólo agravan el problema.
Su lamento, también es un grito de resistencia. Benito no quiere que a su PR le pase “LO QUE LE PASÓ A HAWAii”. Ya sea escondido entre sus letras o de forma directa en una manifestación, Benito mantiene vivo el mensaje de soberanía y libertad para su amado Puerto Rico. Benito atrae la atención mundial hacia el problema de gentrificación, desalojo y expulsión que los gringos han impuesto de manera sistemática en contra de los verdaderos dueños de la Perla: los hijos de taínos, los boricuas. Denuncia la conquista silenciosa de la era moderna y hace un llamado a mantener la verdadera bandera monoestrellada ondeando en el aire.
Aunque históricamente el reggaeton nació en Panamá, fueron los artistas de Puerto Rico quienes lo llevaron al éxito global. Los boricuas se apropiaron del reggaeton y lo hicieron parte de su identidad, como la salsa, la jíbara o la bomba, porque compartía la misma esencia de rebelión y transgresión a las “buenas formas” de los blancos americanos. En “EoO”, el Conejo Malo hace una oda a los cantantes que lo precedieron, pues gracias a ellos, los boricuas de su generación, considerados la “generación de la crisis”, encontraron una nueva forma de disfrutar su música y hacer frente a los colonizadores.
Benito recuerda a la familia y amigos que se quedaron en la isla; canta con nostalgia los momentos que poco a poco se desvanecen en su memoria, y que quisiera retener un poco más; se lamenta: “DtMF”, debí tirar más fotos, debí disfrutar más, debí amar más. No necesitas ser de Puerto Rico para sentir ese amor por la patria querida, por los lugar en donde creciste, pero ahora han cambiado. Una tierra ahora tan diferente que solo existe en las fotos que lograste guardar.
Benito cuenta en 30 segundos el inicio de sus ahora 30 años, en “LA MuDANZA”. El clímax de su gran compendio de géneros boricuas; una postal para los puertorriqueños del mundo que tuvieron que abandonar su casa por injerencia extranjera; una carta de amor a los recuerdos que arden en su piel, y un llamado de resistencia a quienes con fuerza alzan la bandera y gritan “Seguimos aquí”.