Pavlidis rompe con la monotonía

El Benfica dio el primer paso hacia los octavos de final tras firmar un triunfo por la mínima en Monaco. Lo hizo con una genialidad de Pavlidis, el único capaz de desequilibrar un partido cerrado y con poco fútbol. Un gol del delantero griego en el minuto 48 puso al Monaco contra las cuerdas, que además vio como le tocó sufrir durante 40 minutos por la rigurosa expulsión de Al Musrati. Sobrevivió el conjunto monegasco y la eliminatoria llegará viva a Lisboa. Al menos hasta que lo permita Pavlidis.

No será, a la vista queda, un partido que pase a la historia de la Champions. Faltó calidad y atrevimiento en ambos equipos hasta que el choque se rompió en dos acciones aisladas. La primera, la del delantero griego nada más comenzar el segundo tiempo. La segunda, una expulsión excesiva que dejó al Monaco todavía más limitado en ataque de lo que había demostrado hasta entonces.

En una primera media hora intrascendente, donde únicamente Carreras puso algo de interés en pisar área, el Benfica fue aclimatándose al partido hasta que decidió irse a por él con relativa decisión. Así comenzó a generar en ataque al filo del descanso. Y así decidió el partido tras él.

Fue en un pase largo que Pavlidis hizo suyo coqueteando con el fuera de juego. Después definió como un súperclase en el mano a mano con Majecki. Picando casi sin ángulo. Un destello en un partido oscuro. Un golpe de talento de los que justifican pagar la entrada.

Una expulsión rigurosa

Al protagonismo del griego se unió el del colegiado italiano Mariani. Al Musrati pidió la cartulina para un rival en una jugada en mediocampo y el árbitro optó por mostrarle una segunda amarilla que sorprendió a todos. El Monaco se quedó con uno menos y Bruno Lange dio entrada a Di María. El fideo no duró ni 20 minutos y tuvo que retirarse por una lesión muscular.

En esa fase final pudo hacer el segundo el Benfica, pero Majecki esta vez le ganó el duelo a Pavlidis y Amdouni, ya en las últimas oportunidades, evidenció falta de templanza y finura en la definición.

Se salvó el Monaco ante un Benfica que pudo haber dejado la eliminatoria vista para sentencia. Deberá rematarla en Da Luz, donde los portugueses parten como claros favoritos.