Así te hemos contado la victoria del Real Madrid ante el Valladolid
El presidente pucelano se ausenta en una nueva prueba de la escasez de recursos para el milagro que busca Cocca en el colista de Primera.
Mbappé se ancla en el césped, cruza los brazos sobre el pecho y celebra otros tres tantos en su buchaca, su primer hat-trick desde que juega en el Real Madrid. Cuánto se envidia la opulencia, futbolística y económica, en la casa del pobre. El Real Valladolid sucumbe ante un Real Madrid a pocas revoluciones, sin necesidad de apretar salvo cuando la estampida ofensiva huele la sangre del débil Pucela, presa ideal para engrosar estadísticas. La víctima observa, paralizada, el atropello, sin armas para responder y con su hastiado público más pendiente del palco que del verde porque el espectador ha asumido que hay lo que hay. Abajo saben que no hay remedio, salvo que arriba se activen y le traigan efectivos a Diego Cocca, contratado para una milagrosa permanencia. El técnico ruega en sala de prensa y con sus acciones desde el banquillo que le traigan balas para la escopeta de feria que le han puesto en las manos. De momento, varias salidas, más rumores de fugas y cero altas. Mal negocio para ni asustar al líder más que con dos ocasiones iniciales, amago de esperanza para la hinchada al poco rato devuelta a la realidad por el 9 rival, dorsal que otrora lució el hombre más mencionado del estadio.
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